Las Abejas y el Oso
Salen ambas abejas a realizar la labor cotidiana, almacenan miel, una de ellas es muy generosa, saca aparte una porción especial la cual dedica para el sustento de aquellas compañeras mas pobres que no tienen nada que comer- tan dulce como la miel es tener con quien compartir- pensaba; en contraste, su compañera que era tan trabajadora como ella vertía toda su miel en las reservas que con tanto orgullo veía crecer, todo lo almacenaba– tan dulce es la miel que nada debe desperdiciarse– pensaba.
Un día un Oso comilón de miel paso hambriento por la región y su fino olfato lo lleva a los panales que ambas abejas tenían una al lado de la otra. El oso pensativo pensó que no podía ser tan glotón de comerse ambos panales, tras un poco de reflexión miró uno, miró el otro y de un solo engullon no dejó caer ni una sola gota del panal que estaba más lleno. Que triste quedó aquella abeja que todo guardaba y nada compartía. El Oso se aleja satisfecho sin darse por enterado del malestar que ha causado, – tan buena miel encontré, de lo mejor me aproveche- pensaba.
Moraleja: Muchas veces retener bienes puede constituirse en causa de nuestra ruina. De maneras insospechadas el generoso puede ser bendecido.
Proverbios 3.9-10. Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
Efesios 4.28…sino trabaje con sus manos haciendo lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad.