El caballo y las avestruces
Un día, allá en las praderas de Sudáfrica, se paseaba un caballo alazán, de tez muy canela muy tostado. Paseando alrededor llego cerca de una manada de avestruces. Con porte elegante y prepotente hace uso de su llamada equina por excelencia, relincha con gran potencia con intención de hacer notar su presencia.
Cuando logra atraer la mirada de los avestruces más jóvenes, les dice lo siguiente:
—Ey ustedes!
Grupo de plumas que no vuela
De gran tamaño pero miedosas
Grandes corredores pero tontos!!!
Brüüüü!!! Vuelve a relinchar con agregada risa y denotado desprecio.
Agrego además:
Además de imitar, acaso no es digno de elogiar mi fortaleza y valentía? A lo que las más jóvenes retroceden sorprendidas, una de los más ancianos responde:
Aunque acabadas corredoras, por ser tontas como nos llames. Prolongamos la vida que en cambio tu con tu valentía acortas. Al alistarte a la batalla y aunque en frenética carrera no puedes ser refrenado, quedas del lado de los que mas tarde entregan su vida en el combate.
Moraleja: Nuestra fortaleza puede convertirse en causa de nuestra ruina.
Proverbios 21:24(NVI): Orgulloso, arrogante e insolente es quien se comporta con desmedida soberbia. 21:4.